Entendiendo el enamoramiento desde una perspectiva fisiológica

Descripción

POR VÁZQUEZ-ROQUE RUBÉN ANTONIO | COSS-OROZCO ALEIDA MONSERRAT

Emoción y sentimiento
Por principio de cuentas, vale la pena especificar la diferencia entre emoción y sentimiento. La primera se refiere a un conjunto de respuestas neuroquímicas (principalmente neurotransmisores) y hormonales que se predisponen a reaccionar con base a la percepción de estímulos externos: lo que vemos, oímos o que podemos palpar. En otras palabras, podemos decir que las emociones son la respuesta a diversos cambios corporales que se presentan como resultado de la percepción (Solomon, 1993). Por su parte, el sentimiento se construye de manera subjetiva, es decir, depende de cada individuo. Entonces, el sentimiento es derivado de nuestra experiencia emocional aunado a un componente cognitivo (algo que conocemos), en donde proporcionamos un valor agregado a esa emoción, el cual dependerá de lo experimentado por cada persona (De la Serna, 2018).

Por principio de cuentas, vale la pena especificar la diferencia entre emoción y sentimiento. La primera se refiere a un conjunto de respuestas neuroquímicas (principalmente neurotransmisores) y hormonales que se predisponen a reaccionar con base a la percepción de estímulos externos: lo que vemos, oímos o que podemos palpar. En otras palabras, podemos decir que las emociones son la respuesta a diversos cambios corporales que se presentan como resultado de la percepción (Solomon, 1993). Por su parte, el sentimiento se construye de manera subjetiva, es decir, depende de cada individuo. Entonces, el sentimiento es derivado de nuestra experiencia emocional aunado a un componente cognitivo (algo que conocemos), en donde proporcionamos un valor agregado a esa emoción, el cual dependerá de lo experimentado por cada persona (De la Serna, 2018).

Podríamos mencionar desde el punto de vista fisiológico, que los componentes de una respuesta emocional están conformados por tres elementos principales: comportamiento, respuesta autonómica y liberación de hormonas. El componente comportamental se basa en la capacidad de respuesta motora que nos permite realizar movimientos apropiados dependiendo de la situación. La respuesta del sistema nervioso periférico autónomo se da de manera involuntaria o inconsciente; en esta se activan los nervios simpáticos, responsables de mantenernos alertas y atentos
al momento, así como permitir una movilización rápida desencadenando movimientos vigorosos. Este sistema es el
responsable del rubor facial, el cual sucede debido a la disminución del grosor de los vasos sanguíneos que irrigan a los
músculos faciales, y de las “mariposas en el estómago”, en el que los latidos del corazón se aceleran cuando estamos frente a una persona que nos es atractiva, esta parte del sistema autónomo también es capaz de frenar la actividad de su contra parte (el sistema nervioso parasimpático).

Finalmente, el tercer componente está asociado a la liberación de hormonas, es decir la activación del sistema endocrino. Las hormonas principales involucradas son la adrenalina y la noradrenalina, que surgen de un órgano llamado glándula suprarrenal. Estas se encargan de promover el uso de las reservas de glucosa que se almacenan en el hígado para proveer a todo el cuerpo de este nutriente tan importante; además, aumentan el flujo sanguíneo, lo que permite al cuerpo estar listo para una respuesta que demanda mantener toda nuestra atención.

Toda esta serie de eventos fisiológicos que se presentan cuando experimentamos una emoción tienen como objetivo
preparar al cuerpo para no perderse de ningún detalle de lo que está sucediendo. Esta atención la requerimos cuando estamos en una primera cita con una persona importante, o bien nos prepara para el inicio del cortejo (Damasio, 1999).

Con frecuencia, las personas reconocen que las emociones van acompañadas de sensaciones que parecen surgir del interior del cuerpo, sin embargo, esta serie de sensaciones percibidas se deben a que las emociones son respuestas ante las experiencias vividas y la retroalimentación generada por los procesos fisiológicos que se producen ante situaciones generadoras de emociones da lugar a un sentimiento derivado de dicha emoción; en otras palabras, los sentimientos son resultado de las reacciones emocionales.

Las etapas del amor
Fisher (1998) propuso la existencia de 3 sistemas de emociones que conllevan a lo que entendemos como “amor”, aunque la autora lo describe más como redes neuronales para el apareamiento y la reproducción. Estos son (1) la
atracción sexual, (2) el enamoramiento o amor romántico, y (3) el apego. La atracción sexual es una etapa donde la actividad del sistema nervioso periférico simpático predomina, incluso por encima de la actividad de
la corteza frontal del sistema nervioso central que, dicho sea de paso, es la encargada del juicio y el razonamiento. Dicha actividad simpática desencadena un estado eufórico en el ser humano, la cual se ve acompañada del incremento de una hormona llamada cortisol, que también es liberada durante el estrés; esta etapa está también influenciada por hormonas, pues la libido se encuentra asociado a andrógenos, principalmente. Cabe destacar que la atracción sexual no siempre lleva al enamoramiento, aunque el enamoramiento puede coexistir junto a la atracción sexual.

El siguiente sistema es el del amor romántico (o enamoramiento), caracterizado por cambios tanto en niveles de hormonas sexuales y de estrés (pues hay una interacción entre este y el sistema de emociones anterior), neurotransmisores (sustancias químicas que se producen en el cerebro),e incluso factores de crecimiento nervioso (Bode y Kushnick, 2021). En efecto, aquí los seres humanos podemos presentar una notable actividad de neurotransmisores tales como la dopamina (asociada a la captación de estímulos placenteros), la noradrenalina (que nos permite mantenernos en un estado de alerta) y la serotonina (el neurotransmisor asociado frecuentemente a la felicidad). Fisher y colaboradores (1998, 2002) que puede ser variable en hombres y en mujeres sobre todo a nivel periférico (Langeslag, et al. 2012) describen a esta etapa como de “pensamiento intrusivo” sobre el objeto de amor y un anhelo de unión emocional. Curiosamente, el enamoramiento involucra áreas del cerebro involucradas en las redes neuronales del sistema de recompensa (como el área ventral tegmental, núcleo caudado y accumbens), que también son las regiones primarias asociadas con la adicción a sustancias (Fisher, et al. 2016); podría argumentarse que el amor no sólo es una emoción sino un conductor a la motivación.

Esta misma etapa se asocia también a una importante actividad de la corteza
cerebral, en donde el principal neurotransmisor liberado es el glutamato, debido a la participación de cada uno
de nuestros sentidos, diversas regiones de la corteza cerebral participan de manera constante.Todo esto se complementa con la intervención de regiones cerebrales que conforman el sistema límbico (amígdala cerebral, hipocampo y corteza entorrinal), las cuales tienen un rol fundamental en respuesta a las emociones previamente percibidas. Por último, está el apego o “amor compasivo”, el cual no es sólo parte de las relaciones románticas, sino que es esencial para las conexiones familiares (comportamiento parental) y sociales (Carter, y Porges, 2013). En esencia, con el tiempo el amor romántico puede convertirse en amor compasivo. De hecho, el apego es el componente principal en relaciones a largo plazo. En este punto, el amor ya no es un estresor y los niveles de hormonas y
neurotransmisores vuelven a la normalidad. El apego está asociado principalmente a los neuropéptidos oxitocina y
vasopresina. La oxitocina, que puede funcionar como neurotransmisor o como hormona, es liberada en la neuohipófisis durante el sexo y el parto. Se encuentra relacionada con el confort proveniente del contacto físico, como serían los abrazos, así como con un sentido de seguridad y bienestar. De hecho, también es liberada en grandes cantidades durante una etapa crucial para el desarrollo del ser humano: la lactancia materna. En esta misma etapa nuevos circuitos cerebrales, sobre todo corticales se fortalecen. Debido a la capacidad del sistema nervioso de percibir
la información mediante nuestros sentidos, información proveniente de nuestro ambiente y de los seres humanos con los que compartimos día con día, nuestras vivencias que adquieren una mayor importancia. En este contexto, y puesto que la comunicación neuronal se ha fomentado como consecuencia a diversos estímulos que han estado integrando de manera constante, la experiencia y la consecuente emoción percibida, representan más que eventos individuales, asociaciones con un significado, un valor agregado; lo anterior nos permite ver que la necesidad de convivir con nuestro ambiente y nuestra especie nos permite desarrollar una capacidad de convertir nuestras emociones, experiencias y aprendizajes en un resultado llamado sentimiento. En otras palabras, el amor es la consecuencia de nuestra capacidad de percibir con nuestros sentidos diversos estímulos que desencadenan emociones
pero que a la vez nos permite incorporar las vivencias que compartimos con un ser amado.

REFERENCIAS
• Bode, A., & Kushnick, G. (2021). Proximate and Ultimate Perspectives on Romantic Love. In Frontiers in Psychology (Vol. 12). Frontiers Media SA.https://doi.org/10.3389/fpsyg.2021.573123
• Carter, C. S., & Porges, S. W. (2013). The biochemistry of love: An oxytocin hypothesis. EMBO Reports, 14(1), 12–16. https:// doi.org/10.1038/embor.2012.191
• Damasio, A. R. (1999) The Feeling of What Happens: Body and Emotion in the Making of Consciousness. New York: Harcourt Brace.
• De la Serna, Juan Moisés (2018). Alexitimia. Un mundo sin emociones. Tektime. ISBN 978-8873046547.
• Fisher H. E. (1998). Lust, attraction, and attachment in mammalian reproduction. Human nature (Hawthorne, N.Y.), 9(1), 23–52. https://doi.org/10.1007/s12110-998-1010-5
• Fisher, H. E., Aron, A.,Mashek, D., Li, H., & Brown,L. L. (2002). Archives of Sexual Behavior, 31(5), 413–419.doi:10.1023/a:1019888024255
• Fisher, H. E., Xu, X., Aron, A., & Brown, L. L. (2016).Intense, Passionate, Romantic Love: A Natural Addiction? How the Fields That Investigate Romance and Substance Abuse Can Inform Each Other. In Frontiers in Psychology (Vol.7).Frontiers Media SA. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2016.00687
• Solomon, R. (1993) The Passions: Emotions and the Meaningof Life. Indianapolis: Hackett-
• Langeslag, S. J. E., van der Veen,F. M., & Fekkes, D. (2012). Blood
levels of serotonin are differentially affected by romantic love in men and women. Journal of Psychophysiology, 26(2), 92–98. https://doi.org/10.1027/02698803/a000071

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