El Santuario del “Niño del Cerrito”
Descripción
En el cerrito de Santa Anita Nopalucan, el Santuario del “Niño del Cerrito” se erige como un faro de esperanza y devoción para cientos de creyentes que buscan consuelo y milagros. Está historia se remonta a un día memorable del 25 de junio, cuando el Niño Jesús se le apareció al señor Alejandro Ocotero, un humilde Tlachiquero. Desde entonces, peregrinos de todas partes acuden al santuario en busca de ayuda en tiempos de angustia, enfermedad o desesperación.
Pero el Santuario del “Niño del Cerrito” es más que un lugar de oración; es un refugio para la infancia. Sus cuartos rebosan de juguetes, ofrecidos como muestra de gratitud por los milagros concedidos. Cada visita al santuario es una experiencia única, donde la fe se entrelaza con la alegría de la infancia, recordándonos que, incluso en los momentos más oscuros, la esperanza y la felicidad pueden encontrarse en los lugares más inesperados.
