Editorial Physios

Establecer la ciencia como un derecho humano es un gran acierto que contempla la iniciativa de Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (HCTI), pues los investigadores son, sin duda, un referente y punta de lanza del desarrollo en el país y el mundo.

Es ese conocimiento el que tiene que transformar a la población y no sólo por “el saber” en particular, sino por conservar y revalorar la naturaleza humana de cuestionar y aprender, es la inquietud por conocer lo que nos da la claridad de que no lo sabemos todo y que la realidad no es un todo absoluto, más bien, es una construcción colectiva a partir de nuestra experiencia con base en nuestro saber personal.

La divulgación debe ser el nuevo eje social de la educación, más allá del arduo trabajo que se desarrolla en las escuelas públicas y privadas, que son el primer círculo social fuera de casa, debe ser el gusto de aprender lo que envuelva la relación con el aprendizaje de niñas y niños.

La divulgación nos permite aprender sin ser medidos o calificados, simplemente saber, conocer y fascinarnos del mundo, teniendo como resultado el respeto a la diversidad.

En estos apuntes sobre la divulgación es muy importante destacar que ésta no solo debe contemplar “el saber del académico”, divulgar es trabajo de todas y todos, además de una responsabilidad es una obligación de los distintos órdenes de gobierno y académicos.

Y es que no se puede entender la función pública sin trabajar por la educación de todos, es decir, los planes de desarrollo de los distintos órdenes de gobierno no pueden dejar la responsabilidad del conocimiento únicamente a la educación pública, pues esto refleja que el interés del conocimiento es en el aula y no de la vida diaria, en la calle, en la cotidianidad.

Por ello, la educación superior debe ser la coyuntura de toda la vida social y graduarse no sólo como un profesionista, sino graduarse como un ciudadano participativo en la realidad nacional.

¿Cuántos no nos hemos preguntado cuándo usaremos la trigonometría o la tabla periódica fuera del aula? Sin embargo, convivimos con estos procesos todo el tiempo de forma habitual, procesos que pasan por nuestras manos en dispositivos, y componentes químicos que están en nuestros alimentos envasados o enlatados. Es muy importante para nuestra vida el entender los procesos y métodos por los que pasan y los beneficios y perjuicios que nos pueden causar. Saber, conocer, aprender, lo es todo.

Actualmente, gran parte de los programas de gobierno –de los distintos órdenes– buscan acercar la cultura a la gente, entendiendo ésta como expresiones artísticas, llámese teatro, pintura, cine o música, incluso existen y funcionan dependencias creadas exclusivamente con este fin, excluyendo cualquier otro tipo de conocimiento que vaya de la mano de la academia, pero desde el sentido antropológico “la cultura es todo”, y en varios de estos programas se ha dejado de lado el conocimiento general.

Es por ello que el generar nuevas formas de divulgación nos involucra a todos, sin importar nuestra actividad o puesto, además que estas nuevas formas se ejecuten como prioridad en las políticas públicas y universitarias del país, ya que no habrá ninguna mejora económica si estudiamos sólo para trabajar.

Debemos estudiar y aprender para vivir mejor, no sólo económicamente, sino en un mundo mejor, especializarnos para crecer y que el conocimiento, la duda y la curiosidad sean las bases del respeto y el desarrollo de México.