Editorial Physios

Descripción

Hemos hecho este número con especial gusto, hablar de la importancia del patrimonio que tenemos como sociedad debe llevar a la reflexión de nuestro pasado colectivo y con base en eso saber qué patrimonio dejaremos a las siguientes generaciones, y no me refiero a un patrimonio material, sino a aquel patrimonio social de respeto y generador de espacios para el desarrollo y convivencia.

Es por ello que considero importante replantear la forma de compartir el conocimiento por las entidades públicas, por ejemplo, muchos institutos encargados de la cultura continúan con la visión arcaica de que la cultura son únicamente las expresiones artísticas, inclusive sin contexto alguno se ofrecen al público dejando la interpretación sin una base de conocimiento. En ese sentido hay que decir que la ciencia es en sí misma un resultado del conocimiento y una expresión de la curiosidad humana para la cual se necesita desarrollar habilidades como para cualquier expresión.

Por esa razón y con un replanteamiento del conocimiento se integró a las humanidades al Consejo Nacional de Humanidades Ciencia y Tecnología, y no es que quiera ensalzar esta acción en particular, lo que quiero plantear es la necesidad de la evolución en la educación y apropiación de la cultura, la cual desde las instituciones se debe fomentar, por supuesto de la mano de una sociedad que entienda que el arte, la cultura y la ciencia son expresiones en las que todos participamos de forma consciente o inconsciente en el desarrollo diario de nuestras vidas.

La estructura funcional de la educación, cultura y ciencia del aparato de gobierno del país y de los estados debe replantearse para que el conocimiento sea, y pueda ser apropiado, por todos como una parte intrínseca de nuestras vidas y no se quede en las aulas, en galerías, o escenarios como si fuera parte de otra humanidad lejana a la cotidianidad. El arte es la habilidad del ser humano de hacer algo, que en sí mismo transmite la esencia de quien lo realiza, y es el conocimiento de que todos somos capaces de realizar una expresión propia en cualquier acción diaria, lo que nos debe enseñar que vivir es un arte y que ese conocimiento sea un patrimonio social.