Binomios: persona con discapacidad visual y perro guía, parte uno

Descripción

“Los ojos son el espejo del alma” una frase bastante popular para referirse a que a través de los ojos se puede ver más allá de lo que la persona transmite, pero, ¿qué ocurre cuando estos espejos pierden su luz? ¿acaso ya no tienen alma? O ésta al no ser visible ¿merece permanecer en las sombras? Pasamos los días creyendo que todo lo que tenemos será permanente, no hay motivo para considerar qué pasaría si perdiéramos alguna de nuestras preciadas adquisiciones o en su defecto, nuestros sentidos. Sin embargo, hay quiénes pese a vivieron con esa seguridad, hoy sus espejos perdieron aquella luz, sus noches se volvieron días y afrontar la realidad en un país cuyo núcleo se basa en lo visual, sí que se convertiría en todo un reto, uno en donde rendirse no era una opción. Aquella grieta en el pavimento podría convertirse en un abismo al querer continuar caminando sobre ella, las pequeñas hojas que caían de las copas de los árboles no serían pisadas con facilidad, ni aquellas raíces que son echadas hacía fuera, todo ahora sería una oportunidad para fallar; resultaba bastante obvio que lo que siempre existió no tendría por qué cambiar, entonces se tendría que volver a la edad cero, esa en donde sin conocer, se experimentó con diferentes métodos hasta hallar el que sería el indicado para continuar, haber pasado el nivel más difícil para después volver a él no es algo para lo que todos estemos preparados pues no se nos enseña lo que realmente significa valorar lo que se tiene en el momento ¿quién quisiera vivir preocupándose de lo incierto?.

Según un censo realizado por el INEGI son casi 21 millones de personas en México que padecen una discapacidad motriz, física, psicosocial o múltiple, en donde la que día con día incrementa su adquisición es la discapacidad visual, siendo más mujeres que hombres quienes la presentan, sin embargo, del total únicamente 12, 727, 653 personas son quienes presentaron una discapacidad visual obteniendo así un 61.0% de la población total. Generando la siguiente incógnita ¿se está preparado para ofrecer una vida de calidad a ese segmento? En donde las calles constantemente presentan una falla por lo mal pavimentadas que están, donde la educación vial reluce por su ausencia, donde los establecimientos y transportes públicos o privados no son capacitados para situaciones en donde se deba atender a una persona con discapacidad visual, siendo lo más preocupante el desconcierto de las leyes que los protegen como consumidores cuando éstos les son negados. Aunque se tenga conocimiento de la existencia de personas con dicha discapacidad, únicamente se toma en cuenta cuando éstas presentan una de las herramientas para su movilidad: el bastón blanco, el cual es símbolo de la autonomía y habilidades de quien lo porta, pareciera no haber ningún motivo por el cual mejorar la educación respecto a ello, pero, ¿qué ocurre cuando ese bastón se transforma en un ser vivo de cuatro patas? Estamos acostumbrados como sociedad a que la única función de un perro es servir como mascota, entretenernos con su compañía y ser nuestro leal amigo.

Aunque no sea algo que se nos enseñe en la escuela pues no parece ser importante para la educación el agregar los conocimientos sobre la discapacidad visual como, por ejemplo: saber cómo dirigirnos a una persona con esa discapacidad, cómo ofrecerle ayuda si es que la necesita, cómo no referirnos a ellos ni tratarlos, así como los tipos de herramientas que tienen para su movilidad más allá del bastón blanco, los perros guía. Binomios es el térmico correcto que se utiliza para referirse a una persona con discapacidad visual que tiene un perro guía a su servicio, ambos dejan de ser un individuo para convertirse en un equipo, uno que devuelve esa autonomía y autoestima que se creía pérdida tras haber adquirido la discapacidad, se puede reconocer a uno cuando este porta una pechera en compañía de su collar, del cual sobresale una especie de bastón con forma ovalada quedando a la altura de la mano al estar hacia abajo y estirada, lo más importante para reconocerlos es su letrero con la leyenda “PERRO GUÍA, por favor no me acaricies, estoy trabajando” el cual queda visible para las personas que no tienen discapacidad visual. No fue hasta que en el año de 1988 se decide iniciar el proyecto de la primera escuela de perros guía en América Latina, el cual estuvo a cargo de la Lic. Silvia Lozada Badillo quién a la edad de 3 años debido a una enfermedad viral adquirió la discapacidad visual, las instituciones que ofrecían perros guía existían únicamente en el extranjero, lo cual no era accesible para quienes no tuvieran los recursos que les permitieran viajar, a los 19 años de edad viajó a Michigan, Estados Unidos para recibir la ayuda de la escuela Leaders Dogs for the Blinds quién le brindó el apoyo de recuperar esa seguridad para desplazarse con libertad: una perra guía raza pastor alemán. Al regresar a México, el cambio fue abrumador pues las condiciones no eran las mismas ni por parte de los civiles ni de las autoridades, fue ahí en donde se propuso formar una institución privada, que brindaría la misma oportunidad que le fue dada a ella, a la cual nombraría: Escuela para entrenamiento de perros guía para ciegos I.A.P. Tiempo después aquello que parecía imposible se volvió posible, inaugurándose oficialmente el día 4 de enero de 1997, actualmente más de 132 binomios fueron graduados, pese a residir en Ciudad de México personas de otros estados de la república y países de Latinoamérica, así como: Guatemala, Costa Rica y Chile fueron benefeciadas.

Silvia, además de ser la directora general de la institución, es Licenciada en Derecho egresada de la Universidad Autónoma de México (UNAM), madre de dos jóvenes, y activista por los derechos de las personas con discapacidad visual, también como parte del trabajo de la Escuela, imparte diferentes talleres y cursos inclusivos sobre la discapacidad visual a través de zoom, debido a las restricciones causadas por la Covid-19, las cuales son un ingreso más para mantener las instalaciones activas, así como las visitas guiadas dentro de la misma en donde se da una introducción informativa sobre la labor de los perros guía, una plática inclusiva sobre el cómo tratar a las personas con discapacidad visual, cómo acompañarlas en su día a día si se es el apoyo visual en casa, cómo ofrecer ayuda cuando se es ajeno a la persona, qué hacer y qué no hacer respecto al perro guía enfatizando en que éstos no son mascotas por lo cual no se deberían de tratar como tal; un desayuno a ciegas el cual consiste en desde que se entra a la institución, se les coloca un antifaz representando la ceguera total o unos lentes con las micas coloreadas de negro, simbolizando la pérdida visual no en su totalidad, esto con el objetivo de brindar una experiencia sobre el cómo es la vida de las personas con discapacidad visual al realizar actividades sencillas como lo es desayunar, se busca que con esto, al percatarse de su dificultad, se cree una conciencia ante la importancia de educarse sobre la discapacidad visual. También se ofrece una capacitación a restaurantes, servicios públicos o privados la cual de preferencia debería ser renovada anualmente o en caso de que el personal sea renovado, esto con el objetivo de evitar actos discriminatorios como la entrada al lugar o la asignación obligatoria de algún sitio, pues en México de acuerdo con la Ley Federal de Protección a los Derechos del Consumidor y la Ley General para la inclusión de las personas con discapacidad, el artículo 58 establece que ningún proveedor de bienes o servicio público y privado puede negar el acceso a personas ciegas en compañía de un perro guía. Ahora bien, los perros que son entrenados en las instalaciones, de preferencia son raza Golden Retriever, Labrador o Pastor Alemán, esto debido a sus características físicas y psicológicas a la hora de acatar indicaciones, todos los perros son adquiridos por los criaderos o bien son donados desde cachorros, durante su primer año son dados en adopción temporal en donde la familia responsable del canino, deberá exponerlo a más personas, socializar con diferentes animales y enseñarle a obedecer indicaciones básicas como donde sí hacer del baño y en donde no; al terminar el año son regresados a la Escuela para durante 6 meses e inclusive un año ser entrenados como si estuvieran en servicio: acostumbrándolos a permanecer del lado izquierdo, obedecer órdenes especificas las cuales son dadas en inglés como sit, up, down, stay o go, ya que al ser cortas y precisas tienden a ser más eficaces, el entrenador les enseña a permanecer de cierta forma mientras utilizan el arnés y a cómo ser cuando éste se les quita, indicándoles cuándo deben trabajar y cuando deben descansar, también son entrenados fuera de las instituciones para conocer las calles, las personas, los ruidos, los cruces o las entradas y salidas para así ofrecer un servicio más confiable y seguro cuando se vuelvan un binomio. Pese a que reciben el entrenamiento, no todos los perros logran graduarse ya que algunos presentaron distraerse con facilidad ante los llamados de otras personas o perros, al reaccionar de esa forma presentarían una posibilidad de poner en riesgo a la persona con discapacidad visual que vayan a servir. Una vez que hayan de 3 a 6 perros graduados, se contacta a las personas que permanecen en lista de espera, cumpliendo los requisitos: ser mayor de edad, estudiar o trabajar, estar activo (que sus actividades requieran salir frecuentemente a la calle), para así poder comenzar con la conexión y creación del Binomio, la cual consiste en que la persona deberá vivir durante 28 días dentro de la Escuela, en donde se le enseñará cómo convivir con su perro guía dentro de la casa, algunas actividades básicas del día a día como: comer, vestirse, bañarse, recoger su espacio, comer, cocinar, ir al baño, bajar y subir escaleras, lavar la ropa; todo de acuerdo a las necesidades de esa persona, si son aptas para utilizar el lenguaje braille se les enseña, pues no todas las personas ciegas son capaces de dominarlo, asimismo se les enseñaran diferentes rutas que deberá como binomio seguir; al terminar la capacitación, se mantiene un seguimiento con cada binomio para así tener un control de que sí se está cumpliendo la función del mismo como que se le esté dando la atención necesaria al perro, los gastos médicos son gratuitos para ellos por parte de la veterinaria con la que cuentan, misma que permanece abierta al público en general sirviendo así como un ingreso más.

La Escuela para entrenamiento de perros guía para ciegos I.A.P, debido a la pandemia causada por la Covid-19 se ha visto en riesgo de cerrar y dejar de seguir ayudando a personas con discapacidad visual devolviéndoles su autonomía y autoestima, es por eso que si se desea ayudar a esta importante labor, se puede donar por depósito o referencia a las siguiente cuenta: 92000088419 Santander clave: 014180920000884199 a nombre la institución, o bien se puede aportar también a través de PayPal: ya.co.ve/donar; en caso de que tu donativo sea de otra forma se puede contactar al siguiente correo electrónico: [email protected]

 

Medios subidos por