Descripción
En Humanatla, Tlaxcala, cada año se borda con fe, devoción y esperanza el vestido de la Virgen de la Caridad, una tradición que comenzó hace décadas y que hoy une a más de 80 personas voluntarias que dedican horas y talento a esta obra colectiva.
Este 2025, el vestido será especialmente simbólico, pues conmemora el Año Jubilar, por ello, las bordadoras han integrado detalles como peces, olas y un homenaje al nuevo Papa, desde las 9 de la mañana hasta la 1 de la madrugada, se escuchan los hilos pasar, mientras avanza el bordado de un manto que mide cuatro metros, el cual debe estar listo para el 13 de agosto, día en que la Virgen estrenará su atuendo.
La historia se remonta a doña Carito, quien después de una caída de caballo que la dejó sin poder caminar, prometió a la Virgen regalarle un vestido cada año, su promesa se convirtió en una tradición viva: hoy sus hijas y muchas mujeres de la comunidad continúan su legado con amor.
El museo comunitario también se suma a esta devoción, permitiendo que visitantes y turistas participen en el bordado, entre las anécdotas que rodean esta tradición, se cuenta que quien se sienta en una antigua silla azul mientras borda, pronto podría quedar embarazada, según la leyenda local.
Ofelia Hernández Lima, una de las bordadoras, relata con emoción la historia de doña Carito. “En los ojos de la Virgen se ve su historia, aquí no solo se bordan telas, se bordan milagros”, dice mientras su aguja sigue avanzando, como cada año, tejiendo fe.