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Una de las principales características que resaltan las marcas comercializadoras de celulares es la evolución de sus cámaras, si bien todos los teléfonos celulares tienen acceso a las distintas redes sociales, es la cámara a través de sus diferentes lentillas y mega pixeles que poseen lo que las grandes compañías promueven cada año en los lanzamientos, enfocados retratar la mayor parte posible de todos los acontecimientos diarios que forman los recuerdos de nuestra vida.

Hay millones de imágenes en internet tomadas con celular, por algún aficionado a la fotografía o quien tenga la suerte de estar en el lugar de algún suceso con celular en mano, y que son usadas en medios de comunicación y adaptadas por el editores para vestir una publicación, estas no son siempre asertivas en cuanto a la intención de contar un momento de la manera precisa, otras veces sí, cuando la oportunidad y el momento son irremplazables; sin embargo, muchas veces son imágenes adaptadas a la narrativa de la historia y no fotografías hechas a partir de la construcción de un discurso visual con miras a mostrar de manera intima una historia.

Estas fotografías que muchos consideran “libres” por encontrarse en la red sin candados que eviten su descarga van directamente relacionadas con la labor y supervivencia del fotoperiodismo como forma de vida, defender el derecho al pago, o el crédito al menos, de una imagen tomada por alguien que circunstancialmente estuvo en el lugar de un hecho es en sí mismo la base del reconocimiento de la creación de contenido y el derecho de difundirlo, ya que si los medios de comunicación no pagan por las fotografías o dan el crédito correspondiente de los autores que así lo quieran, va en detrimento directo de la labor del fotoperiodista y su rol dentro del engranaje periodístico, ya que el valor de una imagen hecha con equipo profesional, tiempo y conocimiento de causa cae a cero, aunque para los difusores de esta información les genere ingresos al subir sus visitas.

Esta situación se debe a varios factores que han sido analizados en todo el mundo por distintas casas editoriales, la falta de una cultura de información por parte de los ciudadanos ha generado una baja en el presupuesto de empresas y comercios para invertir en publicidad, por lo que muchos medios han apostado a la información amarillista como medida para llegar a una audiencia mayor, lo que los lleva en consecuencia a buscar información no confirmada de usuarios sin credibilidad, y a veces sin autentificar de quién o dónde es la cuenta de origen.

¿Por qué el crédito o la mención es importante? Simple, no solo es por el reconocimiento al trabajo de documentar, además del uso de tiempo y recursos que se empleó en ello, es la credibilidad de la fuente que se cita, o de la imagen que se usa, lo que le da un respaldo al trabajo expuesto.

Los elevados costos en los equipos fotográficos, que siempre tendrán una calidad muy por encima de la cámara de un celular o dispositivo compacto, han presionado a medios a invertir cada vez menos en la formación de fotógrafos que se sumen al ejercicio informativo, con calidad y credibilidad, pero además la gran cantidad de imágenes que se obtienen de manera gratuita en la red o de manera económica con un dispositivo móvil a generado un deterioro en los salarios de los fotógrafos de prensa y en muchos casos ha obligado a recortar plazas, algo que hemos visto en grandes periódicos nacionales e internacionales, uno de los primeros fue Chicago Sun – Times, que despidió a los 28 fotoperiodistas que integraban su plantilla, con el fin de sustituirlos con reporteros equipados con smartphones.

Está situación obligan a los fotoperiodistas a evolucionar más allá de buscar una imagen con equilibrio y buena exposición, se debe fomentar la investigación de temas propios, que no siempre provengan de una mesa de redacción, sino de la inquietud del fotógrafo por contar historias, esas que ocurren a diario y que definen el estado en el que nos encontramos como sociedad y que saberlas nos debe hacer reflexionar sobre cómo somos y a dónde vamos, reflexión que siempre llega con el saber y la información.

Un gurpo de jóvenes “instagramers” visitaron Puebla, en 2017 la comunidad de Igers México se reunió en la Angelópolis con el fin de hacer fotografías con sus celulares para redes sociales. Foto Archivo José Castañares